jueves, 29 de mayo de 2014

Nacionalismos y derecha

Estoy leyendo un libro muy interesante: Srećko Horvat y Slavoj Žižek, El Sur pide la palabra. El futuro de una Europa en crisis, publicado en la editorial Los Libros del Lince.
A propósito de los resultado de las últimas elecciones al parlamente europeo y a propósito de lo que está ocurriendo en Cataluña, pueden resulta de interés un par de citas:

Sería peligroso subestimar la importancia del hecho de que, yendo de la mano de la actual crisis financiera, la derecha política está utilizando de nuevo la cuestión nacional a fin de desviar la atención de la gente de los problemas políticos, sociales y económicos que estamos padeciendo. (pág. 70)

La actual crisis financiera y las medidas de austeridad impuestas a muchos países son terreno fértil no sólo para una nueva acumulación de capital por parte de las élites financieras, sino también para el surgimiento de nuevos nacionalismos. La utilización de los derechos de los trabajadores como arma fundamental ya no es sólo un instrumento de la izquierda. Sin embargo, la diferencia entre la derecha y la izquierda sigue siendo clara: la derecha utiliza a una parte de la clase obrera contra otra parte de esa misma clase (la alemana contra la griega, la austriaca y la griega contra los inmigrantes, y así sucesivamente), y emplea el “discurso de los obreros” como medio para conseguir su objetivo final, la conquista del poder. Pero los grupos que hasta hace poco sólo eran movimientos extremistas muy marginales se están convirtiendo en partidos legales y legítimos. El caso de Aurora Dorada ya no es la excepción, sino la regla. Los nazis ya no tienen que esconderse en la cara oculta de la Luna, sino que ahora pueden vivir tranquilamente en la Tierra, sin que nadie les moleste. Y por eso lo que ahora hace falta no es sólo que exista Syriza, sino que surja una izquierda europea fuerte y unida. (pág. 73)
Ya decía en la entrada anterior que no me gustaba lo que estaba viendo. Y ahora, con estos resultados electorales en Europa, mucho menos todavía.