Reforma constitucional

El artículo 1.2. de la Constitución española de 1978 dice: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. A la vista de lo que está sucediendo últimamente propongo que dicho artículo sea reformado y que diga: La soberanía nacional reside en los mercados, entes abstractos que nadie puede controlar, y de ellos emanan los poderes del Estado.

Desgraciadamente, son los mercados -o eso es lo que nos dicen y quieren que creamos- quienes dictaminan las políticas económicas, las reformas, los esfuerzos y los recortes sociales que han de hacer los gobiernos, pero -como dijo Anguita- ¿quién elige a los mercados?

Inmigrantes

Dice Angela Merkel que la Alemania multicultural ha fracasado. No sé en qué se basa para emitir esa afirmación, aunque lo entiendo porque la derecha es muy dada a afirmaciones gratuitas que deben ser compartidas como verdades absolutas. También dijo: ""Quien no aprenda inmediatamente alemán, no es bienvenido". Supongo que nosotros también podremos decirles lo mismo a los jubilados alemanes (o ingleses) que llevan años viviendo aquí y son incapaces de articular dos palabras en nuestro idioma. Pero... ¡ah, no!, ellos no son inmigrantes, son extranjeros. ¡Qué vergüenza! Ya dijo Max Frisch: "Queríamos trabajadores y vinieron personas". Tal vez sea necesario que la canciller alemana aprenda español y así pueda entender la multiculturalidad como se hace en esta publicación del Aula Intercultural para la enseñanza del español.

Altos cargos y asesores en el Ayuntamiento de Madrid

En un documento oficial del Ayuntamiento de Madrid se detallan los altos cargos y asesores (nombrados a dedo) con sus suelos brutos anuales. ¿A cuántos quitarías tú?
Por otro lado, junto al Puente de Toledo se está construyendo una pasarela monumental con un coste de diez millones de euros. Yo me pregunto, ¿realmente los madrileños necesitamos esa obra o es otra concesión más al insaciable ego del alcalde?

Definición (del PP)

"... gente que son patriotas de sus propios intereses y a los que nada importa la degradación moral a la que están llevando [al país]"

Esta frase es de una novela de Julia Navarro y la aplica a empresarios e industriales del Rhur que apoyaron a Hitler. ¡Qué curioso!